Grupos
Ultima Emoción
P. M. V.
En 1982, poco después de la escisión de Glamour, José Luis Macías (teclista de la banda valenciana) se une a un grupo ya constituido como Europa y que estaba integrado por Julio ‘Nexus’ Pastor (sintetizadores), Alfonso Aguado (voz, guitarra y letras) y Lino Oviaño (programación de ritmos y coros). Aquel trío ya había editado 100 copias en Valencia de una cassette mediante la DAI (División Avanzada Independente) y su propia distribución, pero, con la llegada de Macías pasan a llamarse Última Emoción para pronto ver editadas sus canciones en formato de mini-elepé por el sello madrileño MR. Aquel disco, titulado dos minutos de odio’, se publicó en 1983 y agrupaba 6 cortes de pura electrónica pop de vocación oscura, entre ellos ‘Sentir tu cuerpo’, ‘Otra realidad’, ‘Dos minutos de odio’ o ‘El misterio de los tomates eléctricos’ (tema firmado por Macías como una clara alusión a un mítico y malogrado grupo tecno de la ciudad del Turia con el que había colaborado). El resultado musical no carece de comercialidad, aunque se acerca por momentos a la complejidad (salvando las distancias) de unos Ultravox, y se vende bastante bien, lo que permite al grupo girar por algunos puntos de la península incluyendo el templo musical de la época, el mítico Rock-Ola madrileño. Pero poco después, tras grabar una nueva maqueta de futuro incierto, Alfonso Aguado decide dedicar todo su tiempo a una banda que ya había gestado poco antes, Los Inhumanos, un proyecto que inicialmente se acercaba al punk humorístico de unos Nikis o Siniestro Total y acabó convirtiéndose en la versión verbenera y circense (que no cisterciense) de los Monjes de Silos. Asimismo, Julio Pastor decide apearse del proyecto y se vuelca en la experimentación, para acabar formando años después Megabeat, una innovadora formación musical bastante alejada a los planteamientos del pop. Por su parte, José Luis Macías, comienza a diseñar Comité Cisne junto a Lino Oviaño y Carlos Goñí (exlíder de Garage) emprendiendo una notable trayectoria discográfica a partir de 1986.
La propuesta de tecno-pop de Última Emoción parecía más bastante más seria y comprometida que las de otros grupos valencianos mucho más comerciales (Betty Trope, Video...) pero se estrelló finalmente, quizás, debido a la dispersión musical de sus componentes. Las posteriores aventuras musicales de Aguado confirman esta teoría.