por
Itxu Díaz (Director Popes80.com)
"El regreso de los 80 ha sido posible porque la música española de la Edad de Oro ha vuelto a vender en las tiendas" |
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Esto
no es un artículo a favor o en contra de la piratería. Esto no es un
debate sobre la legalidad o ilegalidad de las prácticas de piratería.
Esto no es un alegato en defensa ni en contra de las discográficas. Esto
no es una reflexión sobre el papel de la SGAE. No es nada de eso.
Esto
simplemente es una llamada a la defensa de las buenas canciones o, al
menos, a proteger la música que nos gusta. No se ha producido el regreso
de los 80 por el empuje de determinados sectores agrupados en torno a
portales como Popes80 o tantos otros, aunque hayamos ayudado un poco en
algunos casos concretos. Hablando de forma global, tampoco se ha producido
el regreso de los 80 porque determinados músicos retirados estuvieran
hartos de quemarse en jornadas laborales de ocho horas en cualquier
despacho perdido por nuestra geografía o pasasen sus días -ayer
luminosos y hoy grises- persiguiendo empresas de trabajo temporal. Tampoco
ha aparecido el revival ochentero por el empeño de unos cuantos ex
músicos nostálgicos de escenarios. No ha sucedido sólo porque Internet
facilitase la convocatoria y reunión de sus fans. No ha sido por nada de
esto, aunque todo haya aportado pequeños granitos de arena.
En
realidad, el regreso de los 80 ha sido posible porque la música española
de la Edad de Oro ha vuelto a vender en las tiendas. Porque tras la muerte
de Enrique Urquijo Los Secretos han vendido más que nunca. Porque el
exitoso regreso de Hombres G ha convertido al grupo en estandarte de la
música de los 80, cuando antes no lo eran. Porque después se han animado
grupos que triunfaron ya en los 90 como Modestia Aparte y les ha sucedido
algo parecido. Y así ha pasado con La Guardia, con Los Limones, con
Mecano -aunque no hayan vuelto, no han dejado de editar su material- con
tantos otros. Aunque muchos ni siquiera se habían ido. Los grupos de los
80 y 90 han vuelto a vender discos. Todos, en mayor o menor medida.
Pero
los tiempos han cambiado y son muy pocos los que venden suficientes discos
como para dedicarse en exclusiva a sus negocios musicales. La imagen de
aquel artista que triunfaba a finales de los 80 llenando estadios ya no
existe en casi ningún caso. Ahora venden algo más que cuando se
separaron pero dificilmente alcanzarán las ventas de sus momentos de
mayor esplendor. Entre otras razones porque muchos de los fans que los
siguen en directo nunca podrán acercarse al camerino a que les firmen un
disco, porque Verbatim nunca toca en España...
Sabemos
que la piratería supone un importante mordisco a la tarta de la industria
musical y de las grandes discográficas. Algo que, de momento, sabrán
superar. Que un superventas se convierta en un poco menos superventas, no
pone en peligro sus opciones de seguir editando discos. Pero para alguien,
como muchos de estos grupos de los 80, que vende pocos discos, el mordisco
puede ser letal.
Debemos
comprar los discos de los artistas que admiramos porque es la única forma
de asegurarnos que seguirán editando canciones. Si no lo hacemos, nunca
podremos quejarnos cuando abandonen por segunda vez los escenarios y su
talento vuelva a morirse de asco en las salas de espera de las ETTs.
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