por
Itxu Díaz (Director Popes80.com)
"Que lo de las fresas tiradas por la frontera ya no mueve molino" |
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Por
lo que sea, pero hoy España tiene que derrotar a Francia. Ahora que el
españolismo ha perdido la vergüenza por una cuestión de pelotas, de
pelotas de fútbol, es un buen momento para apostar por un Mundial de
España. O sea, de Alemania pero para España.
Decía
en esta misma Costa, hace un par de semanas, que con la compañía de las
canciones de El Koala, La Banda del Capitán Canalla e Indras nuestros
futbolistas están más arropados que nunca. Música de todos los estilos
para jugadores también muy diferentes entre sí. Nadie baila solo en este
Mundial. Se cuenta que entre las duchas del vestuario, Aragonés ha
confesado que su ataque de euforia en el videoclip de 'A por ellos' no fue
casual, sino que realmente está encantado con el grito de guerra de la
Selección. Tal vez el "¡a por ellos!" resume parte del
espíritu con el que hasta el momento ha conseguido contagiar a nuestros
fubtolistas. Se ve que al míster le va la caza, la caza de gabacho.
Pero
si lo que España necesitaba hasta ahora es estar a gusto en el campo y
que cada futbolista -sin excesos- cantase bien su estrofa de la canción,
sin grandes alardes y sin necesidad de quemar las naves, hoy la situación
será distinta. Hoy viene el toro del país vecino con idea de levantarnos
como trofeo, después de obligarnos a plegar con varias dobleces la
maldita servilleta. Pero en frente, ¡Saliiinaaaas!, tenemos a una España
que hasta ayer era políticamente innombrable y que hoy se ha convertido
en "pasión de multitudes". Y a nadie se le escapa que si
logramos despedir a Zizou de los mundiales para siempre, tal vez tengamos
la suerte de vacilar durante lo que queda de 2006 al autor de María
Caipirinha.
Ahora
que Villa tiene en sus botas el futuro del estado de la nación, ahora que
en las borracheras de los sábados los habituales desubicados han cambiado
los manidos cánticos regionalistas por el otrora casi fascista '¡A por
ellos!', ahora que Montes lo flipa en la Sexta casi igual que Pérez Sala
"televisando el fútbol" en la radio y ahora que lo de la
titularidad de Raúl nos importa más bien poco, aparece de la
nada una oportunidad de oro que no debemos desaprovechar.
Nos
han entrado unas ganas terribles de decirle a nuestros vecinos, los
franceses, que les tenemos tanto cariño que los "vamo a echá der
mundiá" para que puedan atenteder bien las complejas cuestiones
internas de su país, que son unas cuantas. Que lo de que el fútbol
atonta a las masas lo sabemos -y disfrutamos- desde hace años en esta
Península. Que no es mal rollo, es puro compañerismo. Que lo de las
fresas tiradas por la frontera ya no mueve molino. Que esta vez nos toca a
nosotros ir a por ellos, listos para ganar, a por er Mundiá...
Veremos
qué nos depara esta temible noche... grítales Montes, ¡grítales!,
muerde Montes, ¡muerde!
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