Popes80
Diario digital de Pop español

Publicidad

Lo mejor...
Noticias
Entrevistas
Guía conciertos
Los 20 éxitos N!
Paso a Paso
La Pizarra N!
Biografías
Pubs música 80
Críticas discos N!
¡Tienda 80!
Se Busca
+ Servicios
Nuevo usuario
Tu Correo web
Boletín Popes80 N!
Libro visitas
Guía de Foros
Cartas y Opinión
Compraventa cds
Club de Fans
Búsquedas  
Management
Fin de semana  
Fiesta Pop español
Reportajes
Nuevas Bandas Pop
Anillo
Enlaces
Buzón Popes80
Anuario 2003
Buscador Popes80
  Mapa web

EL PALCO... a 15 de octubre de 2006

El timo del "SingStar"

por Marta Galán (Redacción Popes80.com

"Y bueno, además siempre puedo coger la alcachofa de la ducha y sentirme como Alaska" 

Publicidad

Cuando me levanto por las mañanas, ni el desayuno, ni los buenos días ni una sonrisa. Cuando me levanto, caigo en que ha empezado un nuevo día con las primeras notas que canto en la ducha. Es ahí cuando digo: “Parece que estoy resucitando”. Cuando salgo de casa, voy de camino al trabajo tarareando la misma canción que canté en la ducha, y que seguramente me acompañará durante todo el día. Cuando me enfado por algo, canto para relajarme, y cuando tengo miedo, y cuando estoy contenta.... Canto, canto, canto. Canto lo que haya escuchado en la radio al sonar el despertador, lo que cantan otras personas (hasta se me pega lo nuevo de Bisbal), lo que me venga a la memoria. Canto. Me encanta cantar. No sabría decir cuántos años hace que le digo a mis amigas que quiero ir al karaoke, pero nunca ha salido el plan. Una vez fuimos, pero había mucha gente y nos marchamos. Luego otra vez a Natalia le dolía garganta. Luego que si se nos hacía tarde... El caso es que siempre me quedé con las ganas de entrar.

Pero mi amiga Bea se compró hace unos días el Singstar pop. ¡Bueno, qué alegría me llevé!¡Cantando con música y con micrófono y encima con público!, pensé. ¡Las cinco en casa tomando algo y cantando hasta desgañitarnos! Mi sueño, vamos. Nos reunimos el jueves alrededor de la Play. Tengo que decir que la Play y yo pertenecemos a mundos diferentes: no he tocado un mando en mi vida, pero he oído que han sacado la versión rosa y encima tenemos el Singstar, así que he estado pensado en un acercamiento...

El caso es que ante mí se abrió un amplísimo abanico de posibilidades: Amaral, Loquillo, Gabinete Caligari, Marta Sánchez... No sabía qué elegir. Me decanté por Idiota, de los Ronaldos, y cuando empecé me di cuenta de que eso era mil veces peor que un karaoke. Bueno, es que en el karaoke basta con leer y entonar. Aquí tenía que competir con Mónica “miss piquito de oro”, y encima cada vez que abría la boca la maldita Play me estaba sometiendo a examen. Nada de canto, un canteo. Terminé la canción casi sin aire, después de repetir mil veces o más “te lo digo a la cara, te lo digo a la cara te lo digo a la cara te lo digo a la cara...”, y cuando miré la pantalla, después de mi gran recital, me cayó un jarro de agua fría. Apenas podía creer lo que ponía en la pantalla: “Sin oído”.

-“¿¿Sin oído??”, ¿qué quiere decir con eso de “sin oído”?, pregunté, esperando un poco de apoyo del resto de triunfitas de la habitación.
-Mmm... sin oído quiere decir eso, Marta, sin oído. Que has cantado fatal, me contestó Noe, siempre tan diplomática.
-¡Pero es que he elegido la canción más difícil! Me defendí. Miré a mi alrededor y todas estaban bebiendo, o haciendo que bebían, supuestamente para preparar la garganta, aunque me pareció que era más bien una forma de escaqueo.

Una ronda después lo intenté con Iguana Tango. Conocía perfectamente la canción y parecía mucho más fácil. Lo di todo, en serio, lo di, me entregué: “Te perdiiiii y no supe ver tu necesidad tus ganas de huir de echar a volaaaaar”... Resultado: “Aficionada”. Le pregunté a Bea si no podía ser que se le hubiera estropeado la maquinita esa, sobre todo porque ellas lo hacían infinitamente peor y sus puntuaciones eran increíbles. Que si una era una promesa, que si la otra era ya una artista, Mónica la superestrella... Dije que íbamos a molestar a los vecinos y que era hora de que se acabara el juego, claro. Y encima se echaron a reír porque me molesté.

Entonces lo vi claro. Entendí perfectamente por qué en cinco años jamás habíamos tenido la oportunidad de entrar en un karaoke. ¡No querían escucharme cantar! Me enfadé mucho. Me sentí como si me hubieran estado ocultando un secreto que todo el mundo sabe menos yo. Y trataron de tranquilizarme. Por lo visto canto fatal.

Al día siguiente cogí a mi hermana y me la llevé a un karaoke. Allí nadie me juzgó. Canté con gusto “Cuando brille el sol”, “Cosas de la edad”, “Una calle de París”... Todo lo que pude lo canté. Canté, canté y canté hasta que me quedé sin saliva. Mi hermana me acompañaba estupendamente y hasta nos aplaudieron, muy diferente al jueves con mis “amigas”... Ahora por lo menos no volveré a insistir con entrar cuando pasemos por delante del karaoke. Cuando tenga ganas de cantar con micro, se lo diré a mi hermana, no me importa. Y bueno, además siempre puedo coger la alcachofa de la ducha y sentirme como Alaska. Y por cierto, no tengo la más mínima intención de comprarme la estúpida Play. 



Comenta y valora esta noticia


Imprime esta noticia 

Comentarios a esta noticia: 
 

Publicidad


Marta Galán (Redacción Popes80.com)
Opiniones 

Comentarios sobre este artículo

Cartas al Director

Publicamos tus cartas. Extensión de 15 a 30 líneas. 
Enviar a ideas@popes80.com indicando en el asunto "Carta al Director". Popes80 no se compromete a publicar todas las cartas recibidas.

DESDE LA COSTA

Más artículos Desde La Costa

Enlaces relaccionados 
Opinión y Cartas
Artículos y Cartas de los usuarios de Popes80

El Confidencial Digital
Artículos de Itxu Díaz en El Confidencial Digital