Tras formar parte de varias bandas (Inoportunos, Teorema y Gatos Locos), das un paso al frente y decides grabar en solitario. ¿Por qué?

Más que una posible carrera en solitario, es un proyecto puntual para algo muy concreto. Es como un sueño hecho realidad, poder rodearme de compañeros de escenario, de artistas a los que he admirado, de amigos muchos de ellos, o simplemente de genios del rock and roll estatal a los que poder contar con ellos en este compendio es un orgullo.

Nunca se había hecho nada así en España, es algo sin precedentes, casi cien músicos en un solo proyecto. Me siento muy afortunado.

En este trabajo he podido dar rienda suelta a la composición, que además es lo que más me gusta y he regrabado temas que ya había lanzado en estos treinta años de carrera, canciones que hice para otros grupos como Inoportunos o Gatos Locos, pero además hay muchísimas composiciones nuevas.

En solitario, pero a la vez muy bien acompañado… por Las Malas Compañías.

Si, la verdad que a mí el concepto de “en solitario” nunca me ha gustado, suena como a triste. En este caso no se puede estar ¡más y mejor acompañado! La selección de colaboraciones ha sido brutal. Cuatro años de trabajo para poder coordinar a tanta gente. Grabaciones en estudios de Madrid, Zaragoza, Valencia y Barcelona en su mayoría.

En circunstancias normales, ¿sería viable la traslación del disco al directo con tantos colaboradores?

Pues sería muy complicado, casi imposible. No obstante, casi todas las composiciones son mías y podría llevarlas al escenario en otro formato. Al fin y al cabo, lo verdaderamente importante son las canciones.

El álbum se presenta como Volumen I – ‘Nunca despiertes’. Tengo entendido que hay un Volumen II ya grabado y en espera de publicación… ¿Es así?

Se han grabado un total de 45 canciones, evidentemente en un solo CD no caben, así que al menos tendrán que ser dos. La Parte II está prácticamente terminada, pero hay colaboraciones de última hora que se han incorporado y no me gustaría dejar a nadie fuera. Una vez hayan salido las dos partes se acompañará todo con un documental que explicará cómo se hizo, a la par que se desarrollará desde distintos puntos de vista la historia del rock and roll en España.

Has sido generoso al incluir nada menos que 19 cortes, que se dice pronto.

Son bastantes temas sí. Ambas partes van a estar muy completitas, es una explosión de composición, un regalo para seguidores y fans. Me cuesta dejar canciones fuera.

Haces un repaso por diversos estilos de la música norteamericana: western, rhytm and blues, country, soul, folk y rockabilly marca de la casa…

Como bien dices es un estudio y búsqueda de las raíces americanas, pero siempre con un origen hispano, con un fundamento o base de procedencia hispana. De entrada está todo cantado en español. A veces vemos lo de fuera como mayor magnitud que lo que tenemos en casa, sin embargo debemos sentirnos muy orgullosos de lo que se hace aquí. No somos americanos, tampoco somos ingleses, somos españoles y como tales tenemos el deber y la obligación de defender lo nuestro.

Hay un tema, curiosamente instrumental (El Cortijo del fraile), en el que te rodeas de Moisés Sorolla y Aurelio Morata (fundadores de Los Rebeldes junto a Carlos Segarra) y Roberto Gil, Isidro Arenas y Amancio Jiménez (Tennessee). ¿Cómo fue la experiencia?

Quizás es uno de los temas más especiales del disco o al menos de los que me hace sentirme más orgulloso. Que te acompañen la base fundadora de Los Rebeldes a la batería y el contrabajo es un verdadero lujo. Por otro lado los coros de Tennessee refuerzan mucho la canción, para ellos también fue un reto porque no es su estilo de coros habitual, la clave vino de la mano de Ennio Morricone que fue el ejemplo inspirador.

Para los que no lo sepan, ‘El cortijo del fraile’ es un cortijo que hay en Almería que inspiró la obra de García Lorca ‘Bodas de sangre’, también han rodado allí varios clásicos del cine western como ‘El bueno, el feo y el malo’ o ‘La muerte tenía un precio’. Como he dicho anteriormente este es un ejemplo perfecto de inspiración hispano americana.

También colabora en el disco Kike Jambalaya, que algunos recordarán como el pianista rocker que aparecía en el programa de TV ‘Hablando se entiende la basca’, que presentaba hace años Jesús Vázquez.

Kike se hizo muy popular en aquel programa televisivo de máxima audiencia, por su soltura y desparpajo, pero además del showman que conocimos en aquellos días, Jambalaya es un extraordinario pianista, con una dilatada discografía y una impresionante trayectoria musical.

Además, están representados otros grupos destacados de la escena rockabilly de los 80, como Más Birras, General Lee, Dinamita pa’ los pollos, 56 Hamburguesas o Los Faraones. Imagino que amén de ser un lujo contar con ellos también será tu particular homenaje hacia ellos.

Pues sí, es una auténtica gozada y como bien dices, este proyecto es un homenaje a una generación, es una declaración de principios a la vez que una reivindicación de la importancia del rock and roll hecho dentro de nuestras fronteras.

¿Cómo ves el panorama actual del rock’n’roll patrio?

No es buen momento para el rock and roll patrio, pero tampoco lo es para el pop rock, el jazz, blues, heavy, etc. Los poderes gubernamentales no han sabido proteger nuestra cultura musical y las consecuencias están siendo nefastas. ¿Por qué hay subvenciones para el cine u otras vertientes culturales y no las hay para la música? ¿Por qué si quieres rodar una película tienes acceso a una subvención estatal y si quieres grabar un disco no? Pues eso, que si no defendemos lo nuestro estamos dando entrada a cosas de fuera y dando pie a estilos de bajísima calidad como el reggaetón. Ahí lo dejo.