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Popes80 | 11 octubre, 2024

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¿Qué has hecho, Rafa?

¿Qué has hecho, Rafa?
Itxu Díaz
  • On 12 marzo, 2024
  • http://www.itxudiaz.com

Saca cada disco como deslizándolo por debajo de la mesa. Como si fuera otra vuelta en la noria, sin más novedad que el talento ya reconocido a estas alturas de la verbena. Lo acaba de hacer con Joven, sin aspaviento, con la convicción que da el oficio, con el poso de una vida rica de referencias en papel, en vinilo y en la barra del bar. Y yo he llegado a este álbum, como en tantas ocasiones, por la canción homónima que es single y bandera, divertidísima declaración de principios de cana y cansancio en la incursión en el territorio enemigo de un pub de moda, repleto de incipientes promesas de la noche aún sin cocer, aunque estén cocidos. Pero la canción es solo la muestra de una genialidad que atraviesa pista a pista, que invita en cada canción a descubrirla por primera vez mil veces. Rafa Pons ha hecho uno de esos discos en los que te puedes quedar a vivir.

En mi modesta concepción de lo que es la música, casi 25 años llevo escuchando, sintiendo y escribiendo, sabes que esta vez sí ha sonado el compás de lo genial cuando estás deseando terminar de escribir, volver a casa, bajar la persiana de la jornada, templar la luz del salón, descorchar un vino y subir el volumen. Lo sabes cuando te acompaña cada canción por las simas de la vida, te llena de recuerdos, te levanta la euforia, te mueve a la risa, o te pellizca en todo el corazón de la melancolía; que las escuchas y les pone rostro. Que las mandas por WhatsApp porque sabes quién necesita escuchar. Que las pinchas en el bar sabiendo que todo el mundo te preguntará “¿quién canta esto?”.

Joven es todo, es el universo, conocido pero inagotable, de Rafa Pons y a la vez es siempre algo nuevo. Hay espacio para inspiradísimas historias, a veces mezclando en la misma canción el amor y la risa, pienso en Huerfanita, para rimas brillantes, para expresiones coloquiales, para estribillos de cogorza y coral polifónica del bar, y para mares de calma y profundidad. Y va a su tiempo, no hay concesiones aquí para la impostura, le canta a las cosas de su edad, mira los ojos del mundo con una mezcla de irónica maldad y el poso de un viejo poeta, cansado de divertirse, pero afónico de clamar por una nueva timba musical esta misma noche. Musicalmente es otro álbum inspirado y eficaz, pero en las letras vuelve a asomar uno de los finos contadores de historias del pop español de las últimas décadas.

Rafa Pons está de gira presentando Joven y tengo aún la espina clavada de no haber podido verlo en directo. Igual que me ocurrió en Madrid hace algún tiempo, la otra noche estaba en la ciudad del mar, y allí iba a actuar él, y se desplegaron todos los imposibles para prohibirme cerrar el círculo de aplaudirle en primera fila. Habrá más, habrá más.

El contador de historias que es, a veces un Urquijo a veces un Sabina, brilla como siempre en Ser feliz, el mejor de sus retratos en El primer perdedor, el gran homenaje a la pasión que compartimos lo encuentras en Es fútbol, el amor con cicatrices en Mi dignidad, lo que sale a ratos y a veces y otras no es El amor de mi vida. Para cuando la echas de menos se te aparece Un poco mejor, el narrador de la novela –el novelista, en realidad- es A la que venga, el sueño compartido de un final feliz en los entresijos del amor es Vamos, y el despiporre popular, entre Manolo Escobar y aquel Andrés Calamaro de no hace tantos discos, lo encuentras en Amor verbenero.

Hay artistas a los que se los come su personaje después de algunos discos con duende. Hay muchos artistas a los que los devora la rutina con el paso del tiempo. Hay otros que se vuelven locos experimentando hacia ninguna parte. Y luego está Rafa Pons, siempre ascendente, orgullo de talento para la música española, que con Joven, sí, lo ha vuelto a hacer.